Ya estoy, casi, en unas horas
Del color del vino que hemos bebido tantas veces
son los sueños que nos acercan.
De la risa que sustituye a tu obstinada tristeza
son los cálidos besos que tú me das.
De la multitud que nos contempla o nos ignora
es la vida que me has regalado.
Del tiempo que me quiere herir o me hace recordar
que tengo que vivir, vivir,
junto a tí.
1 comentario
Anónimo -
Y olvidarme del peso de tantas cosas que a veces no me dejan respirar.