Ataturk duerme mientras la luna roja ilumina tu corazón triste.
Te echo de menos, tal vez más que otras veces.
Es la sensación de perderte unos días;
como una historia de amor que después de vivida
se interrumpe una noche larga.
Te echo tanto de menos que parece que las horas
son días y los días meses.
Te acabas de ir, allá donde las mezquitas
gritan en un mar de cantos de todos los muecines.
Y aún no he dormido esta noche para poder soñarte.
1 comentario
Anónimo -