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Donde da la vuelta el aire

Sonreirán para siempre

Sonreirán para siempre

La luna proyectó la sombra de un barco a la deriva, navegaba sin rumbo entre los acantilados, cerca ya del puerto de Hanko. A proa un marinero cantaba una triste canción de amor. El barco se aproximaba a las rocas pero a aquel hombre la muerte no le importaba.

La canción decía: "No llores, mi amor, porque esté lejos,pronto amanecerá y estaré a tu lado.Entonces tus ojos tristes sonreirán para siempre". 

La lluvia empezaba a caer sin piedad y el aullido del viento ahogó las últimas palabras del joven marinero. Mientras el barco se estrellaba contra las rocas, antes de entrar a puerto, aún pudo escucharse: "tus ojos tristes sonreirán para siempre"

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